Antecedentes de la radioafición

ANTECEDENTES DE LA RADIOAFICIÓN

La radioafición, como toda radiocomunicación, está basada en los fenómenos físicos que fueron estudiados experimental y científicamente por Gilbert Newton Lewis, James Clerk Maxwell, Michael Faraday, Alessandro Volta, Guillermo marconi, entre otros destacados científicos de la época.
Marconi realizó el primer sistema práctico de recepción y transmisión de ondas hertzianas en el año de 1896.
En 1897 consigue transmitir señales de radio a una distancia de 15 Km y en 1898 establece una comunicación bilateral sin hilos entre Dover (Inglaterra) y Wimerax (Francia), cubriendo una distancia de 130 Km. En diciembre de 1901, Marconi situado en San Juan de Terranova recibe la letra S en código Morse, transmitida por Ambrose Fleming desde Poldhu (Inglaterra).
A comienzos del siglo XX, centenares de experimentadores se apasionaron ante la noticia de que las comunicaciones transatlánticas habían sido realizadas. Prosiguiendo las experiencias realizadas por sus ilustres antecesores fueron los primeros radioaficionados. desde 1900 hasta 1910 se construyeron centenares de rudimentarios transmisores y receptores y  a partir de 1914, el movimiento de radioaficionados fue extendiéndose a muchísimas partes del mundo.
Poco a poco, fueron surgiendo desde entonces las organizaciones de radioaficionados: 1913 en Gran Bretaña. 1914 en EE.UU. 1925 en España. 1933 en Colombia, entre otras tantas.
Este entusiasmo experimental de las radiocomunicaciones dió surgimiento igualmente a organismos internacionales como la Unión Internacional de Radioaficionados IARU, ya en 1865 se había fundado en Ginebra Suiza la Unión Internacional Telegráfica ITU.
Guglielmo Marconi Giovanni Maria 
25 de de abril de 1874-20 de julio de 1937
COLOMBIA
Los excedentes electrónicos y de los rudimentarios sistemas de radiocomunicación de la primera y segunda guerra mundial fueron llegando a los ciudadanos del común que empíricamente comenzaron a construir sus propios equipos, en algunos casos, usando como chasis  latas de Saltines.
La industria de los componentes electrónicos se vió fortalecida y la electrónica y la electricidad se pusieron a la vanguardia de la formación de los sedientos radio experimentadores.
La primera radiodifusora en Colombia surge en Barranquilla en 1929 y se llamó «La Voz de Barranquilla». Funda por el experimentador J. Elias Pellet Buitrago e Italo C Amore T, este último discípulo de Marconi con una enorme influencia en el mundo de la radio en Italia y quien llegó a Colombia en 1928, primero a Barranquilla y luego a Bogotá. En la Capital fue cofundador de la Liga Colombiana de Radioaficionados fundada el 18 de abril de 1933, entre quienes también figuran Gustavo uribe Thormichi, Roberto Jaramillo Ferro, entre otros.
ITALO C AMORE T
Fue el agente de la General Electric en Colombia; y tal vez, de la Geloso italiana. Tenía un hermoso receptor General Electric en su casa en el barrio de Palermo, en Bogotá.  Era colaborador del World Radio Handbook, el directorio mundial de emisoras de radio, en la época de O. Lund-Johansen; y en su trabajo, tenía contacto directo con la mayoría de las emisoras de radio colombianas.
J. ELÍAS PELLET BUITRAGO
El entonces Ministerio de Correos y Telégrafos de Colombia, posterior Ministerio de Comunicaciones de Colombia, hoy día, Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MINTIC), se negaba al reconocimiento de la radiodifusión y la experimentación de la radio, ésta práctica era considerada comunista y subversiva.
Un selecto grupo social de prestigiosos hombres de negocios, entre los que se destacan Jorge Alford, Alvaro Soto del Corral, Carlos Pernigotti,Rafael Moreno, Adam Francesconi, Pompilio Sanchez, Manuel J. Gaitan, Roberto Lee, Rafael Azcuénaga, Eduardo Cuellar, Florindo Marocco, Carlos Kirby, Rafael Tamayo, entre otros, fueron quienes en su prestancia se encargaron de influir en favor de los radioaficionados.
En 1936, mediante la ley 198, el gobierno adquirió el control de las telecomunicaciones. El espectro radioeléctrico recibió titularidad pública y el uso fue regulado por el Estado mediante el otorgamiento de licencias de operación. Un desarrollo importante se registró en esta época con la creación de nuevas emisoras, muchas de las cuales se registraron en la conciencia colectiva del país con nombres que perduran hasta nuestros días: La Voz de la Víctor, La Voz de Bogotá,  Radio Bucaramanga, La Voz del Valle, Radio Continental, Emisora Nueva Granada, Radio Pacífico, Ecos del Combeima, Radio Santa Fe, Radio Manizales, Radio Cartagena, Emisoras Fuentes, Emisora Philco, la Voz de Pereira y La Voz de Antioquia.
La Segunda Guerra Mundial, y posteriormente los hechos del 9 de abril de 1948 dificultaron nuevamente las cosas para los radioaficionados y para la Liga, hasta que en 1958, con la expedición del decreto 2552 del mismo año (el cual lleva las firmas del Doctor Alberto Lleras Camargo, como Presidente de la República, y del Doctor Hernán Echavarría Olózaga, como Ministro de Comunicaciones), los esfuerzos del Mayor José Manuel Sánchez y demás radioaficionados dieron resultado, la Liga Colombiana de Radioaficionados obtuvo pleno reconocimiento jurídico.
El entonces Ministerio de Correos y Telégrafos de Colombia, posterior Ministerio de Comunicaciones de Colombia, hoy día, Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MINTIC), se negaba al reconocimiento de la radiodifusión y la experimentación de la radio, ésta práctica era considerada comunista y subversiva.
Un selecto grupo social de prestigiosos hombres de negocios, entre los que se destacan Jorge Alford, Alvaro Soto del Corral, Carlos Pernigotti,Rafael Moreno, Adam Francesconi, Pompilio Sanchez, Manuel J. Gaitan, Roberto Lee, Rafael Azcuénaga, Eduardo Cuellar, Florindo Marocco, Carlos Kirby, Rafael Tamayo, entre otros, fueron quienes en su prestancia se encargaron de influir en favor de los radioaficionados.